sábado, 12 de octubre de 2013

Los superdotados y el TDAH


La mayoría de niños superdotados no diagnosticados, o aún diagnosticados que no están recibiendo educación especial, se aburren en clase. Cuando los demás niños necesitan varias repeticiones para un mismo tema, ellos, si les interesa lo captan a la primera, y después se aburren.
¿Qué hace un niño aburrido sentado en clase, obligado a no moverse durante horas? Se pone a pensar en sus cosas o molestar a los demás.
En el primer caso pueden estar absolutamente abstraídos durante la clase, sin enterarse de cuando el profesor les hace una pregunta, o cuando un compañero les habla. La capacidad de abstracción elevada es típica de los superdotados, tanto niños como adultos, y en los niños se manifiesta pensando en las musarañas y mirando al techo o a algún punto indefinido en la ventana. Efectivamente presentan falta de atención.

En el segundo caso, ante la incapacidad de atender y para no aburrirse se buscan distracciones alternativas, no aceptadas en el entorno de la clase que habitualmente terminan en reprimenda o castigo y sus comportamientos pueden confundirse a veces con la hiperactividad.
A esto se une que estos niños pueden desmotivarse pronto, no hacer sus tareas y rebelarse incluso contra las órdenes del profesor. Cómo el rendimiento es bajo lo último que se les ocurre a los profesores es que el niño pueda tener alta capacidad. No, lo más sencillo es pensar que el niño tiene problemas de comportamiento, y puede terminar en un psiquiatra que le diagnostica falta de atención o hiperactividad, y le medica en consecuencia, sin haberle hecho una prueba de inteligencia.
Cuando en el ámbito escolar nos encontramos con niños diferentes, los estándares de actuación no siempre son válidos.
Einstein fue un estudiante mediocre y sin embargo se convirtió en el científico más valorado del siglo XX. Después de morir su cerebro se investigó y se descubrió que le faltaba la fisura de Silvio, gran hendidura que existe en el cerebro y que separa visiblemente el lóbulo temporal del cerebro parietal. En su caso el científico tenía esta zona ocupada por neuronas, neuronas esenciales en el proceso visual y espacial. Su capacidad cerebral era muy superior a la de las personas normales y sin embargo no era capaz de seguir las explicaciones del profesor. ¿Si entonces se conociese el TDAH quizás Einstein también hubiese sido diagnosticado con falta de atención?.
¿Están nuestras escuelas preparadas para los niños diferentes?. O resolvemos los problemas con los chicos diferentes de la forma más sencilla, medicándoles en lugar de investigar cuál es el verdadero origen de su diferencia, y qué necesitan.
Carmen Sanz Chacón